Lectura quincenal

junio 02, 2009
Continuación de Madison Avery y los carontes, de Patt

(Extracto)

- Ven aquí –me dijo atrayéndome hacia sus brazos–. No te ocurrirá nada, ¿me oyes? –me aseguró mientras que apoyaba su barbilla en mi pelo.
Como respuesta, hundí más mi cara en su pecho. Sí, Barnabas tenía razón, con él no me pasaría nada. Con él, estaba protegida.
- ¿Sabes una cosa...?
- ¿Qué? –me preguntó acariciándome el pelo.
- Nunca imaginé que bueno... que nosotros dos... pues... que llegáramos a...
- Lo sé, Madison. Yo tampoco. Noté que se incorporaba un poco. Yo seguí apoyada en su pecho. Él me alzó la barbilla y muy lentamente rozó mis labios. Aunque me avergüence confesarlo, fue un beso muy dulce. Tengo que decir que, aunque ese no había sido mi primer beso, si hubiera podido elegir, me habría gustado que lo fuera. Una lágrima indiscreta corrió por mi mejilla derecha y siguió por mi cuello, dónde Barnabas tenía su mano. Al notarla, me apretó aún más a él.
- Te quiero, Madison. Eres muy importante para mí. No permitiré que nadie te haga daño. Te lo prometo.
- ¿Barnabas?
- ¿Sí?
- ¿No me ibas a enseñar a defenderme?
Él tardó unos segundos en contestarme. Me resultó raro y me incorporé. Vi como cambiaba rápidamente su impresión. Alcé una ceja.
- ¡Pero bueno! ¡Te beso, y lo único que se te ocurre decir es que vayamos a practicar métodos de defensa! ¡Desde luego! Mujeres... –refunfuñó cómicamente.
Reí volviendo a mi sitio, mientras Barnabas arrancaba el coche de nuevo.
El vehículo tomó un desvío que yo no conocía y se dirigió hacia un terreno que hacía tiempo había servido para cultivar verduras por su aspecto. Pasados unos kilómetros, el porsche se detuvo, y Barnabas y yo salimos al exterior. El suelo sobre el que nos encontrábamos, estaba generosamente asfaltado. Y no sólo lo estaba lo que se consideraba carretera sino también un buen trozo a ambos lados. Debido a su estado, se podía entender que por allí no pasaban demasiados coches. Ahora entendía perfectamente por qué mi ángel de la guarda había elegido ese sitio.
- ¿Qué sabes de autodefensa? –me preguntó colocándose frente a mí, a lagunos metros de distancia.
- Eh... No mucho, la verdad –murmuré.
- ¿Algo?
- Supongo...
- Muéstramelo –casi me ordenó.
- ¿En se-serio? –le pregunté con los ojos como platos al comprender lo que significaban esas palabras.
- Ajá –asintió él.
Di un paso hacia Baranabas mientras me estrujaba la cabeza en busca de alguna técnica de ataque. Entonces, una película cruzó por mi mente, una escena, más bien. Sin apenas recapacitar, me lancé contra Barnabas y me situé de espaldas a él.
- ¡PONI! –chillé a la vez que le pisaba con fuerza–.

Nota: Para leer la continuación completa de este relato publicado en el libro Noches de baile en el infierno, pinchar en esta web: http://lauragallego.com/phpBB2/viewtopic.php?t=30173

2/05/2009

4 comentarios:

  1. lo has hecho a modo de indirecta para que lea tu historia de una maldita vez? (porque mira que estoy tardando, qué gentuza soy xD. No, no debo decir eso, yo soy una persona fantástica y me quiero mucho. Muá, muá)
    Bueeeeeno, a ver si cuando acaben los exámenes... por cierto, te advierdo que por no leer no he leido ni este fragmento juasjuas :D

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  2. ¡Hola!

    Pues... no, la verdad es que no lo había pensado como una indirecta, pero vamos... xDDD
    Pues sí, eres una gentuza ¬¬ Muahaha xDDDD ¿A que soy un encanto? *Patt pone ojitos*
    En fin... gracias por pasarte ^^

    Patt

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  3. Bueno, podría ser peor. He leído autores noveles con peor estilo. Vale, estoy sonando muy brusca, pero que quieres, soy así (huy, deberías ver a mi madre cómo se pone cuando le critico las comidas...)
    No es ninguna maravilla, necesita pulir, y estoy segura que con los años tienes una prosa más madura. Pero no está mal, es algo en lo que se puede trabajar, como mínimo no tienes los típicos fallos de muchos escritores noveles: exceso de descripción, repeticiones y aclaraciones innecesarias, oraciones que no ligan, etc. En general el texto está bien cohesionado.
    Para saber si sigues el estilo debería volver a leer el relato. La única pega que le puedo poner más así es que los personajes de tu extracto parecen más infantiles de lo que seguramente querías que fueran.

    Un besito,
    Laura.

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    Respuestas
    1. Hola, Laura:

      Efectivamente, estoy de acuerdo contigo en que el texto necesita pulido. Lo único que puedo alegar en mi defensa es la edad con la que lo escribí y que iba publicándolo en el foro a medida que iba escribiendo. Corregía faltas y eso, pero nada más allá. Eso sí, todos estos textos me han servido para darme cuenta de fallos que ahora trato de evitar ;) Y sí, los personajes son un tanto infantiles, pero no creo que fuera algo que no buscara (igual era mi forma de redactar en ese momento o trataba de asemejarlos a los personajes originales)... pero ahora no te lo puedo asegurar porque no recuerdo exactamente cómo eran los del relato original. ¡Muchas gracias por tus impresiones! Es difícil conseguir críticas tan sinceras.

      Un saludo imaginativo...

      Patt

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