El tiempo de Bree se agota... ¿Quieres conocerla?

¡Por fin he terminado el libro! Creía que con tanto examen de por medio no podría, pero al fin lo he hecho... y ahora quiero compartir mis opiniones con vosotros...

La segunda vida de Bree Tanner

Stephenie Meyer

Lo primero que tendría que decir de este libro es que no tiene capítulos, lo que hace que no tengas esa escusa de: "Bueno, ya llevo cinco capítulos. Paro y sigo mañana". No, la historia de Bree se cuenta del tirón, sin interrupciones... Sin espacios para dormir... La historia es Bree, una Bree constante.

Con este relato largo, Stephenie nos hace ver la historia de los vampiros desde el otro lado, desde el lado de aquellos vampiros "malos", los que beben sangre humana... sin pudor. Y la visión es muchísimo más cruel, más fría:

Llegamos al barco unos tres segundos más tarde, y el aire ya se había colmado de gritos y del cálido aroma de la sangre. El olor me hizo percatarme de lo sedienta que estaba, y eso fue lo último en que reparé. Mi cerebro se desencufó por completo. No había nada más que el dolor feroz en mi garganta y la deliciosa sangre -sangre por doquier- que prometía extinguir aquel fuego.
Cuando todo terminó y en el barco no quedó un solo corazón que latiese, yo ya no sabía a cuanta gente había matado.

Y este fragmento me lleva a mi próximo punto... Bree es el personaje opuesto a Bella. A ella le gusta la sangre y, aunque antes de comenzar la caza reflexiona y piensa a quién matar, cuando se está alimentando ya no es ella misma; su cerebro "desenchufa". Sin embargo, estos dos personajes comparten algo más que la primera letra de sus nombres... Bree también da vueltas a todo lo que le ocurre, se pregunta qué hace ahí y todo eso aumenta cuando conoce a alguien muy especial, alguien con el que descubre que Riley les está mintiendo...

Si se supone que hemos de protegerla a ella, ¿no debería él buscárselos listos?
-Así que Riley no necesita cerebros -razoné-. Necesita cantidad.
Diego frunció los labios al valorarlo.
-Si se tratase de ajedrez, no estaría creando alfiles y caballos.
-No somos más que peones -caí en la cuenta.
Nos quedamos mirándonos el uno al otro durante un minuto eterno.

Bree es un vampiro solitario, no está integrada en el grupo, se esconde detrás de Fred, otro vampiro que posee unas habilidades muy especiales... Esta situación parece cambiar cuando "conoce" a Diego. Comienza a estar más cómoda y no le importa tanto que los demás sean tan diferentes a ella, tan estúpidos... Pero sucederá algo, harán un descubrimiento, que cambiará todo. Y que cambiará a Bree.

Es curiosa la visión que tienen los Neófitos de los Cullen. Para ellos, son unos vampiros antiguos de ojos amarillos (hay que tener en cuenta que todos ellos los tienen rojos debido a su corta edad) que antes poseían el territorio de Seattle, pero que luego se mudaron y ahora, al enterarse de que los Neófitos se estaban aprovechando de la sangre fácil que allí había, querían volver y recuperar su territorio. Al menos esa es la historia que les suelta Riley. Sin embargo, parece que no es lo suficientemente convincente para Bree que, en cuanto conoce a los Cullen, se da cuenta de que eso no es cierto. De que son buena gente. Además, la "muerte" de Victoria y de Riley influyen bastante...

-(...) ¿Quién acabó con la creadora?
-Yo -dijo el pelirrojo con frialdad.
Fuera quien fuese este vampiro, ya llevase consigo a su humana o no, se contaba a partir de ahora entre mis mejores amigos. Aunque fuese él quien acabase matándome, aún seguiría en deuda con él.

Y eso es algo curioso... a pesar de que Edward es el vampiro con el que más "relación" tiene ya que sabe que lee la mente, nunca llega a conocer su nombre y se refiere a él siempre como "el pelirrojo". Mientras que está con lo Cullen, Bree siente que va a descontrolarse por culpa de Bella. Al olerla "en vivo" sus instintos cazadores se disparan...

-¿Has cambiado de idea, jovencita? -me preguntó-. No tenemos especial interés en acabar contigo, pero lo ahremos si no eres capaz de controlarte.
-¿Cómo podéis soportarlo? -le pregunté casi en tono de súplica. ¿Es que él no sentía aquel ardor?-. La quiero -la miré fijamente en el deseo desesperado de que se desvaneciese la distancia entre nosotras. Arañé inútilmente el suelo rocoso con los dedos.

Por otro lado, Bella intriga a Bree. ¿Por qué está tan tranquila rodeada de vampiros? ¿Por qué esos vampiros de ojos amarillos no la matan?

La chica me sostuvo la mirada, pero su expresión fue muy distinta de cómo tenía que haber sido. (Aquí podemos ver cierta analogía con Edward; los dos creen que Bella se comporta de manera anormal) A pesar de sentir que tenía el labio retraído sobre los dientes, a pesar de que estaba temblando por el esfuerzo a reprimirme y no lanzarme sobre ella, la humana no parecía tenerme miedo. Parecía fascinada, en cambio. Tenía prácticamente el aspecto de querer hablar conmigo: como si tuviera una pregunta que deseara que le respondiese.

Y aquí vemos patente la personalidad de Bella y nos recuerda a esa frase de Edward que dice algo como: "¿Hoy no tienes otras 20 preguntas que hacerme?"

Ya sólo me queda decir que, a pesar de ser finito, este libro tiene mucho jugo. Nos da aire fresco con una visión completamente nueva del mundo de Meyer. El personaje de Bree es más adulto que el de Bella y tiene una personalidad tan definida que la podemos conocer tanto como a Bella en un número de páginas mucho más reducido.

Y por último, la puntuación de BF, el oso lector, que es:



¡Os deseo una buena lectura!
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